lunes, 9 de diciembre de 2013

TEST DE VALORACIÓN DE LA RESISTENCIA ESPECÍFICA DEL FÚTBOL

Una de las dificultadas que se presentan en la preparación física del mundo del fútbol, como deporte imprevisible y de situación, es la de valorar la resistencia de los jugadores: conocer el nivel inicial y determinar a qué nivel debemos estar, siempre en función del sistema y estilo de juego, posición, objetivos de la temporada, partidos importantes…

Hasta hace poco se usaban muchos test que no se pueden considerar fiables ya que no se acercan a la realidad del fútbol, como la Course Navette u otros test que no valoran la resistencia específica para los requerimientos físicos del fútbol.

El test que, bajo mi concepto se acerca más a una valoración de la resistencia específica del fútbol es el Test de Probst. Este test incorpora dos diferencias respecto a otros que se usan:

- Períodos de recuperación (test discontinuo). En el fútbol son frecuentes los periodos de tiempo de inactividad o actividad a baja intensidad en los que el juego está parado o, por la posición en el campo, no toca intervenir directamente. Por lo tanto existen periodos de esfuerzos máximos con períodos de recuperación (resistencia anaeróbica) durante 90 minutos llegando a recorrer distancias superiores a los 10km (resistencia aeróbica). El test de Probst, por ser discontinuo y más rápido se acerca más a estos requerimientos físicos de fútbol.

Además el test también sirve para medir la capacidad de recuperación inmediata del futbolista (30s).

- Cambios de dirección más suaves. Los cambios de dirección que propone el test de Probst se asimilan más a los que se dan en competición ya que son giros más suaves y que no implican tener que bajar ala velocidad de carrera. Los giros en test como la Course Navette son más bruscos e implican acelerar en cada recta.

Esas dos adaptaciones hacen que sea un test más valido para valorar la resistencia específica del jugador de fútbol.

Para la realización del test de Probst, existe un software, el Test de Resistencia Específica en el Fútbol. El TVREF controla y monitoriza el esfuerzo del futbolista, regulando con precisión el ritmo interválico de carrera y las pausas de recuperación, a través de la emisión de estímulos sonoros que, amplificados con altavoces, permite al futbolista adecuar su ritmo de desplazamiento a las velocidades establecidas en el test.


Imagen del software TVREF 1.1

La prueba de esfuerzo permite determinar los umbrales de esfuerzo y recuperación del jugador de Fútbol. Es un test de esfuerzo progresivo y maximal (hasta el agotamiento), que se desarrolla en una situación específica en la que los jugadores realizan recorridos con similares implicaciones físicas a los que se producen durante la competición (desplazamientos y recuperaciones). Este test debe realizarse sobre el propio campo de juego y con las botas de fútbol, con el fin de adaptarlo al tipo de esfuerzo que realizan los jugadores durante un partido.

Protocolo para la realización del test: Después de un calentamiento de 15-20 minutos el jugador corre en un campo de fútbol con un pulsómetro para registrar la frecuencia cardíaca. El recorrido a seguir está marcado con 14 balizas separadas 10 metros cada una de ellas. La distancia de cada trayecto es de 140 metros. Los jugadores corren dos veces el trayecto (280 metros) en cada escalón de carga. El jugador debe ajustar su carrera a la señal sonora que marcará el ritmo de trabajo de cada escalón. Se inicia el test con un ritmo inicial de 10,8 km/h. Después de 2 largos de recorrido, el jugador se para durante 30 segundos. El ritmo de carrera aumenta en el siguiente escalón 0,6 km/h. El ritmo continuará aumentando hasta que el jugador no pueda seguir las señales.


Representación gráfica de la preparación para el test.

El único inconveniente de este test es que, al ser nuevo, aún no existen resultados contrastados sobre su validez a la hora de valorar la deflexión de la FC, el umbral anaeróbico y el VO2 máx.

El software es gratuito y se puede descargar en el siguiente enlace: 



viernes, 29 de noviembre de 2013

JUEGO ACTIVACIÓN - PRECOMPETICIÓN


Este es un juego que utilizo a veces para calentar o activar a los jugadores de cara al partido del fin de semana.

Este ejercicio es ideal para trabajarlo el día antes de un partido importante para relajar al equipo haciendo un trabajo diferente pero que a la vez sirva para activar el cuerpo y la mente, coordinar movimientos generales y estar atentos a diferentes estímulos.

Descripción

Un equipo se pone dentro de un quadrado de unos 15x15m, El otro equipo se reparte por fuera del cuadrado en posesión de 3 balones fitballs.

Durante un tiempo definido, por ejemplo 5 minutos, el equipo de fuera tiene que intentar tocar con los 3 balones a los jugadores de dentro. Cuando esto pasa, el jugador tocado es eliminado y tiene que salir fuera del cuadrado. El juego acaba cuando no queden jugadores dentro del cuadrado o hayan transcurrido los 5 minutos (en este último caso contamos los jugadores que quedan dentro para determinar el vencedor).

* Para que el ejercicio dure más, el entrenador controla que cada 30 segundos pueda entrar un jugador del equipo eliminado.

Objetivos

- Aumentar temperatura corporal.
- Coordinación general.
- Atención a diferentes estímulos.
- Distensión, diversión.

Material

3 fitballs

Representación gráfica




Vídeo del ejercicio.  Entrenamiento At. Baleares Juvenil DH








viernes, 22 de noviembre de 2013

EL RENDIMIENTO FÍSICO

En este artículo voy a hablar sobre las variables (entrenables y no entrenables) que definen el rendimiento puramente físico de los futbolistas y deportistas en general. Hay que tener en cuenta que estas variables, para deportes analíticos como la natación o el atletismo serían el resultado del rendimiento final del deportista, pero no en el caso del fútbol.

En el fútbol, por sus reglas y características, intervienen multitud de factores que se relacionan entre sí, por lo que, por ejemplo, no puede entrenarse el aspecto físico fuera de un determinado contexto táctico, con unos requerimientos técnicos, para una situación y posición concreta… De ahí la famosa afirmación de Paco Seirul·lo: “la preparación física no existe como tal, sino que existe la preparación física para un futbolista, para un basquetbolista para un atleta…”.

Por lo tanto, y siguiendo en la línea de entrenar de forma integrada de este blog, voy a hablar de estas variables teniendo en cuenta que no sirven para definir o explicar el rendimiento real de un jugador de fútbol, pero sí que nos pueden ayudar a entenderlo y mejorarlo.

Conociendo las variables que se pueden mejorar del rendimiento físico del jugador, podremos dar preferencia al entrenamiento de aquellas que queramos potenciar.

Así pues, existen dos tipos de factores que determinan el rendimiento físico de un deportista:

FACTORES NO ENTRENABLES. Que vienen determinados por la herencia, que no se pueden modificar.

- La dotación genética: probablemente el factor más importante a la hora de determinar el potencial de un deportista: las características antropométricas, los rasgos cardiovasculares heredados, las proporciones de los diferentes tipos de fibra y la capacidad para mejorar con el entrenamiento.

Aunque estos factores no se puedan modificar, sí que se puede aconsejar una estrategia de entrenamiento óptima según la dotación genética de cada deportista.

FACTORES ENTRENABLES. Que se pueden modificar y mejorar.

- La cantidad y la calidad del entrenamiento: junto con la dotación genética es el otro factor que tiene un profundo efecto sobre el rendimiento físico del deportista.

Este punto es enorme y no voy a entrar en cuales son los mejores métodos de entrenamiento para cada deporte pero las variables sobre las cuales podemos entrenar y potenciar el rendimiento físico del deportista son:
  • Variable de Producción de Energía (metabolismo aeróbico, metabolismo anaeróbico aláctico, metabolismo anaeróbico láctico)
  • Variable Neuromuscular (velocidad de reacción, fuerza, técnica, coordinación…)
  • Variable Psicológica (inteligencia, personalidad, motivación…)

Cada una de las variables va a tener diferente importancia dependiendo del deporte. Por ejemplo, en un maratoniano nos interesará fundamentalmente la capacidad de utilización de energía por el metabolismo aeróbico; para un futbolista, será necesario, también, trabajar las variables neuromusculares y psicológicas...

- El estado nutricional y de salud: el rendimiento conseguido por un deportista en un momento dado puede estar condicionado por su estado nutricional y de salud. La dieta se puede considerar el entrenamiento invisible y puede suponer el 5% del rendimiento del deportista.

En otros artículos voy a hablar específicamente sobre nutrición deportiva y los efectos que tiene sobre el rendimiento físico.

- El descanso, la recuperación: es igualmente necesario el entrenamiento como la posterior recuperación para no caer en un estado de fatiga crónica y, en competición, para poder competir al 100%.

Además, el descanso entre 12 y 48 horas es imprescindible para que se realice bien la adaptación del sistema o supercompensación:


* Teoría de la supercompensación: con el ejercicio, en un primer momento hay una depleción y disminuyen los sustratos energéticos y el rendimiento. Durante la recuperación y descanso entre sesiones, con la alimentación y la hidratación volvemos a la normalidad y sufrimos una supercompensación (compensación por encima del nivel inicial). Esta vuelve a la normalidad (homeostasis) si no continuamos con el entrenamiento, nos desadaptados y volvemos al nivel procedente.


viernes, 15 de noviembre de 2013

¿PREPARACIÓN FÍSICA EN FÚTBOL BASE?

A veces quedo asustado cuando veo entrenadores que plantean ejercicios o entrenamientos puramente físicos en jugadores de fútbol base. Más que en fútbol base (que abarca hasta juvenil) me refiero a niños entre babys y alevines. En estas edades, los niños no necesitan trabajar condiciones como la resistencia o la fuerza ya que están en pleno proceso madurativo y no se darán adaptaciones a estos niveles.

Muy diferente es en cuanto a su capacidad coordinativa y técnica. En estas edades, los niños tienen un enorme potencial para aprender nuevas destrezas y movimientos, por lo cual todas las actividades técnicas con balón, coordinativas, de psicomotricidad y que impliquen fomentar su creatividad, serán adaptadas a un nivel mucho mayor que en edades más avanzadas.

A todo esto se le puede sumar que el componente lúdico será mucho mayor trabajando en este sentido por lo que un entrenamiento de fútbol, en niños, sin balón es contraproducente y además no tiene sentido.

Tampoco me sirve la excusa de “trabajar la capacidad de sufrimiento del niño” ya que, al menos bajo mi concepto, el objetivo principal del fútbol base es o debería ser el de hacer que los niños disfruten de practicar un deporte de forma que se enganchen para seguir practicándolo en un futuro; y no abandonar a las primeras de cambio a causa de este “trabajo de la capacidad de sufrimiento”.

En infantiles y sobretodo en cadetes y juveniles sí que se pueden dar adaptaciones a nivel físico, por lo que la preparación física empieza a cobrar sentido y podrá marcar diferencias, pero no antes.

Ya que estoy hablando de fútbol base, voy a mencionar algunas problemas más que, bajo mi concepto suponen una lacra inmensa para el fútbol formativo actual:

        Ganar por encima de educar

En fútbol base es frecuente ver actitudes como:

La especialización: entrenamientos semanales encarados a una especialización precoz del jugador sin dejar lugar a la experimentación y educación motriz que tiente intrínseca todo deporte
Fichajes en edades tempanas + cambios de clubes. No es raro ver chicos que a edades tempranas ya hayan cambiado de club más de una vez. Los clubes “fichan” y los padres se dejan atrapar sin pensar que lo que el crío quiere es jugar con sus amigos y pasarlo bien.
Discriminación tiempo de juego de cada niño según resultado. Aunque se predique el carácter lúdico del fútbol  desde los clubes y entrenadores, siempre se tiene cierto afán de ganar que hace que dependiendo del partido o del resultado jueguen unos críos u otros en función del nivel de cada uno.

        Entrenadores no preparados

Siempre he pensado que los mejor entrenadores, con más conocimientos, experiencia y ganas deberían entrenar a los más pequeños ya que es en estas edades cuando realmente se pueden marcar las diferencias y dónde se van a dar cambios importantes de cara al futuro del jugador.

Esta situación está cambiando ya que ahora las Federaciones Nacionales y Autonómicas están ofreciendo cursos de formación para técnicos que se están empezando a requerir como obligatorios para poder entrenar aunque sea en categorías de fútbol base.

        Influencia negativa de algunos padres

La figura de los padres puede llegar a ser un elemento de gran influencia. Muchos padres y madres, sin darse cuenta, están afectando negativamente a sus hijos. Estos padres entrometidos y con objetivos muy diferentes a los que seguramente tengan sus hijos, aportan aspectos negativos como:

Afán de ganar
Intromisión en la mentalidad de los niños
Inclusión en decisiones técnicas
Actitud “belicosa” ante rivales y árbitros.

El principio de este vídeo explica muy bien a que me refiero:


        Malas condiciones de entrenamiento

Material no acorde con la edad y nivel del practicante. Por no poseer el capital suficiente para comprar material nuevo.
Aglomeraciones. Muchos clubes quieren abarcar más niños de los que realmente pueden o deben. Este afán económico deja de lado la calidad del servicio, la educación del niño y el disfrute del deporte como tiene que ser.
Horarios desproporcionados a la edad del jugador. Relacionado con el punto anterior, muchos clubes, por no tener espacio en las instalaciones, lo que hacen es establecer horarios de entrenamiento totalmente impropios para la salud y calidad de vida del niño. Por ejemplo entrenar a las 9 de la noche, acabando así a las 10:30 sin haber comido y teniéndose que levantar la mañana siguiente para ir al colegio.

Este simpático documental sería la antítesis a todos estos problemas que arrastra el fútbol base actualmente.


lunes, 11 de noviembre de 2013

ESCALERA DE COORDINACIÓN

La escalera de coordinación es una herramienta muy útil para la mejora de la condición física global del futbolista. Aunque se trabaje sin balón, simula bien los requerimientos físicos del fútbol, tanto los que son con balón (mejora la técnica) como los que son sin balón (movimientos eficientes).

La escalera, aunque sea comúnmente conocida y utilizada para la mejora de la coordinación, en muchos casos no sirve en este sentido. Eso sucede cuando el futbolista ya conoce y domina perfectamente el ejercicio por lo que lo realiza sin pensar, de forma analítica. En este caso no se puede afirmar que se mejore la coordinación, ya que esta implica una percepción y decisión del futbolista antes de ejecutar.

Por lo tanto, para trabajar la coordinación, hay que crear problemas al futbolista para que tenga que pensar para ejecutar. Cuando no existen componentes cognitivos en un ejercicio de escalera, no se esta mejorando la coordinación, como mucho, si se ejecuta en el mínimo tiempo posible, servirá para trabajar la agilidad y velocidad. 

Pero los ejercicios en la escalera no solamente ofrecen mejoras en la coordinación o agilidad del futbolista, sino que también provoca adaptaciones a otros niveles:

  • Equilibrio dinámico. Ya que el futbolista tiene que mantener y aderezar constantemente su cuerpo ante movimientos cambiantes. 
  • Velocidad. Aunque no sirva para la mejora de la velocidad máxima, sí que se trabaja la aceleración y cambios de dirección en el mínimo tiempo posible. 
  • Fuerza específica. También se incrementa la capacidad de generar fuerza de un músculo para realizar un determinado movimiento contraponiéndose al propio peso corporal.

En este vídeo se muestran diferentes ejercicios para trabajar en la escalera:


https://www.youtube.com/watch?v=B_bbBglPGHA



lunes, 28 de octubre de 2013

¿EXCELENTE FORMA FÍSICA?

En la segunda mitad los locales han salido a por todo y solo salir al terreno de juego los de Jaime Mut han visto como conseguían su gol por mediación de Jaume Moya, lo que les ha dado cierta tranquilidad, pero con 10 lejos de encerrarse en su terreno de juego han seguido dominando al Girona claramente, incluso jugando mejor con diez jugadores en el campo, al final justa victoria local, la segunda de la temporada y gran muestra de poderío físico de un At Baleares al que el manacorí Timoner ha demostrado que lo tiene en una excelente forma física y así lo han demostrado los pupilos de Mut hoy en Binissalem los jugadores han terminado exhaustos después del merecido triunfo, con la consiguiente alegría en el At Baleares.




Este trozo de crónica me hizo reflexionar.  Pensé que seguramente, el periodista, cuando habla de “una excelente forma física” lo hace pensando en que, para ganar un partido en la División de Honor juvenil, frente al Girona F.C. y con 10 jugadores des de los 15 minutos, hay que estar a un buen nivel físico. Seguramente fue así y cada uno de los jugadores tuvo que exprimirse para poder ganar. Pero, ¿y si hubiéramos perdido o empatado el partido? ¿Aún seguiríamos estando en una excelente forma física?

Yo pienso que el estado físico de un jugador, de un grupo de jugadores o de un equipo no puede definirse, o al menos, no es tan sencillo. En el fútbol, como deporte de situación, intervienen multitud de factores y condicionantes y en diferentes momentos y lugares que hacen que se den siempre situaciones nuevas e inesperadas.

Sería diferente si habláramos de un deporte analítico o cíclico, como el atletismo o ciclismo, en los que se trata de repetir gestos ante situaciones que no cambian. En este caso, el único factor que influye en el rendimiento de los deportistas sí que es el condicional o físico y, en menor medida, el psicológico, la experiencia y la motivación. 


Por lo tanto, sí en la competición y en el juego real del fútbol intervienen tantos factores, consecuentemente en su preparación / entrenamiento, influyen y deben influir igualmente para acercarse a esta “excelente forma física”.

Algunos de los principales factores en los que hemos trabajado en el juvenil DH del Atº Baleares  son los siguientes:

- Una pretemporada muy larga y no excesivamente dura. Empezamos a trabajar el 8 de julio, en pleno verano en Mallorca, y la competición no empezaría hasta el 8 de setiembre, por lo cual, tuvimos un período preparatorio de 2 meses. Entrenábamos hasta 6 días por semana y además llevamos a cabo dobles sesiones de trabajo mañana – tarde 9 días durante las dos primeras semanas.

Aunque el volumen de trabajo era muy elevado, el hecho de ser una pretemporada tan larga nos permitió combinar el trabajo físico con sesiones de recuperación, trabajo preventivo, propiocepción, gimnasio... durante la pretemporada, por lo que el número de lesiones, todo y la gran carga física, ha sido mínimo.

Pero el hecho de hacer una pretemporada tan larga, no solamente se entiende desde el punto de vista físico, sino que también se ha hecho pensando en la cohesión del equipo. El grupo era totalmente nuevo, con solo un jugador de los que subieron el Juvenil del Baleares a División de Honor. El equipo lo forman en gran parte jugadores que provienen de buenos equipos de la Juvenil Nacional como el Manacor, Sallista, La Salle, Cide, Penya Arrabal… además de 4 jugadores menorquines, 3 de los cuales ya jugaban en DH el año anterior con el Menorca.

Con este objetivo, y sabiendo que la pretemporada es un periodo duro para el jugador, tanto en el aspecto físico como psicológico, intentamos combinar siempre los lugares de trabajo (playa Porcíncula de s’Arenal, golf Maioris, campo de Binissalem, gimnasio Megasport) para que el entreno y el vernos las caras tan a menudo no se convirtiera en una rutina. Además, intentábamos acabar siempre con juegos en el agua,  actividades lúdicas en la playa o bañándonos en el SPA del gimnasio.

- Las ganas y la motivación de los jugadores y cuerpo técnico por jugar en esta competición. Gran parte de los integrantes de la plantilla, así como todo el cuerpo técnico, debutan en la categoría Juvenil División de Honor, solamente 3 de los jugadores ya cuentan con un año de experiencia en la categoría en las filas del C.D. Menorca. Esto hace que jugadores y cuerpo técnico  tengan unas ganas y motivación extra por debutar en la máxima categoría Juvenil que se traduce en una predisposición, sacrificio e intensidad mayor.

Aparte de la motivación del cuerpo técnico, también influye en el estado de ánimo de los jugadores el carácter y forma de ser del cuerpo técnico que se imprime en la intensidad de los jugadores.





- Gran perfeccionamiento de un determinado sistema y estilo de juego (táctica): no voy a entrar en detalles sobre el sistema y estilo de juego por el que apostamos, pero conocerlo y dominarlo bien, intentar predecir las situaciones y posibles soluciones que se pueden dar y el rigor táctico, tanto individual como colectivo, se traduce, al fin y al cabo, en un menor desgaste físico.

- Jugadores con un gran dominio de la situación, coordinados y eficientes en el movimiento (técnica individual): un jugador técnico es aquel que maneja bien el el balón, pero que ademas, también domina su cuerpo (coordinación) y es capaz y original en la solución de los diferentes problemas que se le presentan. El jugador técnico es más eficiente en sus movimientos que otro que no sea tan técnico. De ahí que podamos ver jugadores en la élite que, aunque no destaquen por su resistencia o velocidad, lo esconden con su velocidad mental, movimientos justos en el espacio y tiempo y una capacidad de dar soluciones y crear situaciones que pocos pueden hacer.


De ahí podemos entender que, cuanto más técnicos, inteligentes y eficientes en el campo sean los jugadores de fútbol, menos desgaste físico van a tener que hacer en competición.


Pero además de estos factores, que son los que pueden afectar en mayor medida al rendimiento físico del equipo, existen otros muchos como la nutrición, la propia genética del deportista, el clima y condiciones ambientales, elementos externos como público, árbitros, familiares…que condicionan el rendimiento de un jugador.